Boulevard Haussmann
La influencia de Haussmann se puede percibir por toda la ciudad. El epónimo Boulevard Haussmann es un lugar ejemplar. Esta calle está alineada con edificios del estilo de Haussmann: edificios de cinco a siete pisos de piedra arenisca blanca y típicos balcones parisinos. Aunque a primera vista los edificios puedan parecer similares, las diferencias son inconfundibles. Haussmann desarrolló diferentes estilos para cada clase social. Los edificios del mismo tipo se construían juntos en îles (islas), y no se combinaban con edificios de otra categoría.
Pan de oro y mármol en el Palacio Garnier
Uno de los edificios más deslumbrantes de la era Haussmann es el Palacio Garnier, conocido mundialmente como la Ópera de París. En 1861 el arquitecto Charles Garnier fue encomendado la prestigiosa tarea de construir un teatro nuevo. Quizás el interior de este edificio neobarroco sea más hermoso que el exterior. Pan de oro, mármol y frescos adornan el interior y en el auditorio puede admirarse una espectacular pintura en el techo. El vestíbuo es igualmente impactante. Decorado con mosaicos, esculturas y espejos, el espacio garantiza que el público no se aburrirá mientras espera. Asimismo, la Ópera es el escenario de El Fantasma de la Ópera, la novela de Gaston Leroux, que con el tiempo se convirtió en uno de los musicales con más éxito de la historia.